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martes, 1 de septiembre de 2015

DENUNCIAN ANTE MILES DE MÉDICOS Y CIENTÍFICOS LOS PELIGROS DE LAS VACUNAS



Hola a todos, ya estoy de vuelta y con las energías renovadas. Por ello vamos a empezar fuerte y que mejor que un reportaje impresionante de la Revista Salud Discovery, sobre las posibles enfermedades que pueden causar las vacunas. Una realidad que Sanidad no está dispuesta a reconocer y que sin embargo muchos médicos reconocidos mundialmente, si estuvieron dispuestos a denunciarlo públicamente en un congreso.

El mercurio, el escualeno y la silicona de las vacunas pueden causar o agravar gran número de patologías. Así lo denunciaron públicamente durante el IX Congreso Internacional de Autoinmunidad celebrado en Niza (Francia) ante más de 3.000 médicos y científicos de todo el mundo. Un problema ciertamente grave porque hablamos de sustancias tóxicas presentes en muchas de las vacunas que se recomiendan en el llamado “calendario vacunal” así como en las vacunas de la gripe y el virus del papiloma humano.

Es más, en el congreso se presentó el llamado Síndrome Inflamatorio Autoinmune. Provocado por Adyuvantes que, como su propio nombre sugiere, apunta ya cuál es la causa de la patología: los Adyuvantes de muchas vacunas. ¡Y nuestras autoridades siguen sin reaccionar!

Fue en 2011 cuando uno de los investigadores más importantes a nivel mundial en el campo de la inmunidad humana, el doctor YEHUDA SHOENFELD – fundador y director del Centro Zabludowicz de enfermedades autoinmunes – se refirió ya abiertamente a la posible relación entre esos adyuvantes y el desarrollo de enfermedades autoinmunes.

El aluminio está presente en muchas vacunas infantiles: la de la polio, la tetravalente (difteria, tos convulsiva, tétano y neumonía), la pentavalente (difteria, tos convulsiva, tétano, neumonía y hepatitis B), la de la rabia, la de la hepatitis A y B, la del ántrax, la del meningococo, la vacuna conjugada del neumococo y algunas –no todas- las vacunas conjugadas de haemophilus tipo B.

Se ha constatado que el aluminio, el pristano y la silicona de las vacunas así como algunos aceites que los llevan y a veces inyectan ilegalmente con fines cosméticos pueden inducir el Sindrome autoinmune/inflamatorio inducido por adyuvantes (ASIA).

El aluminio de las vacunas se ha relacionado ya miofascitis macrofática, formación de granulomas, reacciones alérgicas y patologías autoinmune e inflamatorias así como con artritis, diabetes mellitus tipo I, esclerosis múltiple, lupus eritematoso y fatiga crónica.

El médico canadiense CHISTOHER SHAW afirma que el aluminio de las vacunas puede afectar al sistema nervioso central en el momento de su inoculación pero también trastornos neurológicos mucho tiempo después.

¿Hasta cuándo van a seguir los médicos negando que muchos síntomas y patologías que tratan y aparecen tras recibir alguien una vacuna pueden deberse a éstas?

Reportaje íntegro de la revista Salud Discovery en el Nº 173 del 2014, en la página Web: wwwdsalud.com


Pilar Ruiz.