(Trabajo basado en las exposiciones del Dr. Alberto Martínez Bosch)
El sistema básico de Pischinger
podemos decir que consta de pulmón, hígado, los riñones, el sistema vascular
arterial, el sistema vascular venoso, el sistema intersticial y la célula.
También hemos agregado la piel como órgano excretor.
El pulmón, el hígado y
el riñón son filtros
que trabajan en cumplimiento de esa tarea las 24 horas del día, desde que
nacemos hasta que morimos. En el día estos órganos filtran aproximadamente
7.200 litros de sangre eliminando todos los residuos metabólicos del sistema
celular o lo que equivale a las “excretas” de las células.
Las células, como organismos vivos, se alimentan y producen
excrementos. Las células, cada vez que se alimentan (respiran) generan residuos
metabólicos o “basura” de acuerdo a la naturaleza del alimento que le
suministremos. La sangre arterial, o los capilares arteriales se encargan de
llevar el alimento al sistema (oxígeno, azúcar, grasas, proteínas, minerales,
etc.)
Cada nutriente que lleva a la células, ésta lo usa o lo
metaboliza. Cuando este nutriente es degradado en el proceso de la respiración
celular, es tirado por la célula hacia el líquido extracelular. La grasa que
llega a las células es tirada, después de su uso, en forma de colesterol.
Este colesterol, es en consecuencia, parecido a cuando
nosotros freímos con aceite de oliva un huevo en una sartén y cuando el aceite
está quemado lo tiramos. Las proteínas,
después de metabolizadas son tiradas por las células hacia fuera de ellas en
forma de ácido úrico.
¿Cuál es el destino de
estos desechos, estando ya en el líquido extracelular?
Estos desechos o toxinas van al sistema linfático y al
sistema venoso para en últimas alcanzar el pulmón, el hígado y el riñón, donde
son eliminados. Es de suponer que no hay dificultad para entender que si
nuestros filtros naturales alcanzan a eliminar toda la basura que las células
generan, no hay problemas.
El problema comienza, cuando esos filtros se obstruyen,
porque nunca nos ocupamos de limpiarlos o hacerles el mantenimiento debido,
porque nadie no los enseñó.
Recordemos que son filtros que trabajan 24 horas al día,
todos los días del año y que, al igual que el filtro de nuestro automóvil,
necesitan limpieza periódicas. Al obstruirse dejarán de eliminar los residuos
metabólicos como el anhídrido carbónico (CO2), los residuos grasos (colesterol)
y el ácido úrico.
De esta manera, el organismo comenzará a luchar para que esos
ácidos no lleguen al torrente sanguíneo y modifique el pH de la sangre, lo cual
significaría la muerte en minutos. El cuerpo, jamás puede permitir el pH de la
sangre modifique.
Retendrá estos radicales ácidos libres, en el espacio
intersticial, “entre la célula y el capilar venoso”, a la espera de poder
drenarlos. Pero si éste estancamiento de residuos metabólicos se perpetúa en el
tiempo y además sigue incrementándose, empezarán graves problemas.
Cuando estos residuos metabólicos o “endotoxinas” se
interponen entre el capilar y la célula, se presentará:
. Ante todo una seria dificultad en la nutrición celular, ya
que la barrera de radicales ácidos libres acumulados en el espacio
intersticial, destruirá los nutrientes e impedirá que el oxígeno llegue a las
células.
. Una agresión física sobre el propio sistema celular. Los
“residuos ácidos” (ácido úrico, ácido oxálico, ácido carbónico, ácidos grasos,
etc.) son cáusticos y logran quemar a la propia célula.
¿POR QUÉ?
Porque el oxígeno y los nutrientes que deben ir del capilar a
la célula tienen que atravesar la barrera de ácidos – ya mencionada – que se
interponen en su camino lo cuál a la larga no consiguen, porque aquí se quedan
atacados y descompuestos por los ácidos. De esta forma la célula se queda sin
oxígeno y sin comida, además de ser atacada químicamente por sus propios
ácidos.
Ya en estas circunstancias las células tienen una de dos
opciones:
1º LA CÉLULA DECIDE
MORIR:
Ante la falta de oxígeno y de alimentos y además atacada
químicamente por los ácidos, la célula “decide morir”. Y comienzan a aparecer
células muertas en distintos órganos, formando estas células muertas lo que
conocemos como tejido fibroso y hablaremos entonces de fibromas con nombre
específico de acuerdo al órgano donde se formen:
-
Fibroma
mamario, si las células muertas forman
tejidos en las mamas.
-
Fibroma
uterino si las células muertas se presentan en el útero.
-
Fibrosis
prostática si el caso se da en la próstata.
Si se mueren las células del cerebro o de la base del cerebro
estaremos hablando de Alzheimer o Parkinson respectivamente. Si los ácidos
corroen la capa aislante que cubre a los nervios (mielina), entonces hablaremos
de Esclerosis Múltiple, de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
Son, en pocas palabras, las enfermedades esclerosantes que
muchas veces llevan el calificativo (idiopáticas), porque aparentemente no
existe causa por la cual se esplique el
por qué se ha fibrosado el órgano.
1- Elabora un globo de agua y retiene
líquido en el espacio intersticial para diluir los ácidos y permitir el paso de
los nutrientes desde el capilar a ella. Es decir, en parábola, la célula (arma)
su mini piscina, desplaza los ácidos y mantiene o conserva un canal de
comunicación con los capilares. De esta manera, sigue recibiendo alimentación y
tira sus excretas afuera. Todas las células que están en las mismas
circunstancias comienzan a copiarse.
De esta manera todas las
células comienzan a formar su propio globo de agua, con lo cual estaremos ante
una persona que engorda de tal manera que no hay dieta que la haga adelgazar.
2- Otro de los mecanismos que utiliza la
célula para sobrevivir en un medio hostil es el de tratar de convertir el medio
ácido en básico, utilizando sales reguladoras. Ese mecanismo se conoce en
química como tamponar (de tampón).
Para ello, el cuerpo echa mano de las sales de otros órganos en un
comportamiento parecido al de “quitarle a Juan para darle a Pedro”, tal cual
como lo ilustra el eminente oncólogo Alberto Marti Bosch.
Eso quiere decir, ni más
ni menos, que cuando un tejido vital entre en compromiso, el cuerpo “sacrifica” una estructura para mantener
viva a otra. Así, por ejemplo, si hay ácido úrico en el espacio intersticial,
el organismo “roba” minerales de los
huesos (calcio) para neutralizar la acidez, con lo cual ya nos es fácil
entender y comprender lo que es la Osteoporosis,
la artritis y la artrosis. Así
la célula puede sobrevivir porque ha neutralizado el ácido del espacio
intersticial.
Pero este mecanismo
llevado a cabo a expensas de los huesos, genera otro problema, ya que las sales
precipitan los ácidos hacia los tejidos blandos en los que comienza a aparecer
calcificaciones. Así tendremos calcificaciones en mamas, pulmones, hígado,
vejiga, etc.
3- El tercer mecanismo de defensa que
utiliza la célula en su lucha por la supervivencia, es el de DRENAR por piel o mucosas, por donde
abre emuntorios auxiliares para eliminar el exceso de endoxinas.
Si el cuerpo decide
drenar por la piel todo el exceso de basura que lo afecta, nosotros decidimos
calificar este mecanismo como enfermedad a la que bautizaremos el nombre de psoriasis, dermatitis, etc. Si el
drenaje es hecho por las mucosas, estaremos frente a Úlceras o llagas en la
boca, en el estómago, en los intestinos, conocidas también con un nombre
particular para cada cuadro.
por las mucosas? ¿Cuál es el factor o el órgano que toma esta decisión?
Sencillo, quién elige el
punto del cuerpo por donde se drenará los excesos de endoxinas es el Sistema Nervioso Central, que, como
bien dice el prestigioso oncólogo Alberto Marti Bosch, desempeña en el
organismo el papel que desempeña en una
ciudad municipal.
El Sistema Nervioso es
quién da las órdenes y las células las ejecutan. Así que si el cerebro ordena
drenar por la boca, las células de la boca cumplirán la orden, así como al
igual la cumplirán las células del intestino si la orden va dirigida a ellas.
4- Estamos ante unas células aferradas a
sobrevivir, a pesar de la agresividad u hostilidad del ecosistema en que se
desenvuelven. Ante los embates crecientes de los ácidos o desechos, la célula
echa mano de un cuarto (4º) mecanismo de supervivencia: MUTAR (cáncer).
Cuando el medio es
extremadamente hostil, las células optan por “mutar”, porque tienen que
sobrevivir a toda costa y se vuelven inmortales, con la ayuda de la telomerasa,
que es un enzima que permite el alargamiento de los telómeros permitiendo la
prolongación de la vida. Como le queda la opción de morir o mutar, ella cambia
y crea un nuevo entorno donde sobrevivir.
Pero para seguir viviendo
necesita energía del ATP (Adenosin Trisfosfato) que es producido en las
mitocondrias celulares con utilización del oxígeno (vía oxidativa). Como en el
ambiente en que vive en estas circunstancias no hay oxígeno para fabricar ATP
(energía), entonces la célula, de manera astuta abre vía alternativa para
elaborar energía sin utilizar oxígeno. En pocas palabras: se vuelve anaerobia.
Entonces en vez de
utilizar oxígeno, que ya no lo hay, utiliza ácido pirúvico con el cual, por la
vía de fermentación, también puede producir ATP (energía), más ácido láctico y
alcohol. Esta es la razón por la cual en todo tumor encontraremos alcohol, ya
que esta es una ruta de fermentación para optener energía que permita seguir viviendo
a la célula.
Para aguantar el ataque
de la acidez exterior, la célula tiene que ser muy alcalina en su interior para
lo cual comienza a introducir sodio dentro de ella y a sacar potasio,
invirtiendo el proceso normal de estos dos minerales. La célula tumoral
necesita mucho sodio para alcalinizar su citoplasma y poder así contrarrestar
el ataque ácido externo. En condiciones normales, sabemos que el potasio se
encuentra en el interior de la célula y el sodio fuera de ella.
de solución:
La cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
Pero es conveniente saber que hay una cuarta vía para
afrontar todas las enfermedades, incluido el cáncer:
HIPEROXIGENACIÓN:
Sabemos, como ya se ha
dicho, que la célula necesita oxígeno para vivir, sin el cual, el metabolismo
celular se altera con las consecuencias que ya hemos descrito, traducidas en
una sola palabra: “enfermedades”. Por consiguiente si aportamos oxígeno al
organismo, estaremos suministrándole una oportunidad de vida a las células.
El simple drenaje de las
toxinas (vía renal, hepática o pulmonar) hará que llegue oxígeno a los tejidos.
Pero además del drenaje,
es conveniente y recomendable, hacer uso de las terapias bioxidantes ya sea con
MMS, con Ozonoterapia o Peróxido de hidrógeno (grado alimenticio), que lo que
hacen es aportar oxígeno extra al organismo, y por supuesto supervisado por
un profesional de las medicinas
alternativas.
ALCALINIZARSE:
Después de todo lo que
hemos reseñado, habremos entendido lo que es la enfermedad pudiendo, por
consiguiente, resolver el problema.
Sabiendo que el entorno
ácido que rodea a la célula es el origen del problema, es lógico afirmar que es
parentorio alcalinizar todo ese “ecosistema” y limpiarlo de la basura tóxica
que lo satura y lo hace biológicamente incompatible. Esa limpieza se debe
hacer, ante todo, consumiendo agua Alcalina electrolítica, que al tener un
potencial redox negativo “arrasa” con todos los radicales ácidos libres al
tiempo que ayuda a desatascar a los
filtros naturales del cuerpo.
Debe hacerse una ingesta
diaria de dos litros de agua Alcalina mineralizada.
Debemos además, limpiar y
restablecer las funciones de los órganos
que desde el comienzo dijimos eran los filtros del cuerpo, encargados de la
eliminación de endotoxinas: el hígado, los pulmones, los riñones y la piel.
Si estos órganos
recuperan sus funciones mediante una limpieza adecuada, la carga ácida del
sistema básico mermará hasta desaparecer.
alternativa.
Pilar Ruiz (Naturista)