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lunes, 19 de marzo de 2012

ALIMENTACIÓN Y SALUD.

Alimentos para combatir el cáncer

Con simples cambios en nuestro estilo de vida podemos reducir la probabilidad de desarrollar un cáncer. Entre estos cambios, algunos ya son muy conocidos por el público en general, por ejemplo: realizar ejercicio de forma regular y moderada, o dejar el tabaco. Pero no tan conocido es el hecho de que la alimentación también tiene un papel importante pues existen una serie de alimentos con propiedades para combatir el cáncer, así como otros que predisponen a ciertos tipos de cáncer. Aproximadamente un tercio de los cánceres están directamente relacionados con la dieta. En general, habrá que busar una dieta diversa, equilibrada, rica en frutas y hortalizas, en la que se evite un exceso de calorías y un aumento de peso.
Entre los alimentos específicamente con acción anti-cáncer podemos destacar:
  • Hortalizas de la familia de las coles (col, brócoli, coliflor, coles de Bruselas)
  • Tomates (especialmente para cáncer de próstata)
  • Ajos, cebollas y puerros
  • Soja y productos derivados
  • Cúrcuma (preferiblemente mezclada con pimienta negra ya que mejora su acción)
  • Té verde (especialmente el japonés)
  • Frutos del bosque (fresas, frambuesas, arándanos, arándanos rojos)
  • Alimentos ricos en ácidos grasos poli-insaturados tipo omega-3 (sardinas, arenques, caballa, salmón, nueces, frutos secos, semillas de lino)
  • Cítricos (naranja, pomelo, limón y mandarina)
  • Chocolate negro (mínimo de un 70% de contenido en cacao)
  • Vino tinto (siempre tomado con moderación)
Otros alimentos con componentes o fitoquímicos que presentan acción anti-cáncer: aguacates, albahaca, alcachofas, algas marinas, anís (grano), apio, berenjenas, cebada, cerezas, cilantro, clavo, espinacas, genjibre, germinados de alfalfa, hinojo, lechuga, lentejas, mangos, manzanas, perejil, pimientos morrones, romero, setas Shiitake, tomillo.
Y lo que convendría evitar:
  • Encurtidos, ahumados, frituras
  • Alimentos procesados o con conservantes artificiales
  • Excesivo consumo de carnes rojas (asociadas al riesgo de cáncer de colon)
  • Azúcar refinado (las células cancerosas lo toman con avidez)
  • Excesivo consumo de alcohol
Fuente: "Foods to Fight Cancer" de los doctores Richard Béliveau y Denis Gingras

lunes, 12 de marzo de 2012

PLANTAS MEDICINALES.

Vídeo difundido por el colectivo BIOVEGETALIS. Cosmetólogas artesanas que elaboran productos de higiene y cosmética inspiradas en la tradición andalusí y de sus descendentes culturales del…
00:34:11
Agregado el 27/02/2012
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viernes, 2 de marzo de 2012

ENGAÑO: ROSA MOSQUETA O ESCARAMUJO.

La mayoria de las personas han oido hablar de las maravillosas virtudes del aceite de Rosa Mosqueta, lo que desconocen es que en realidad pueden estar comprando el aceite de Escaramujo, del Rosal Silvestre.
Que no nos engañen, hay una gran diferencia de propiedades y por supuesto de precio, ya que la Rosa Mosqueta viene de los Andes.
Aquí os dejo sus propiedades y virtudes, para que saquéis vosotros vuestras  propias conclusiones sobre las diferencias entre ambas rosas.

ROSAL SILVESTRE ( Rosa Canina )

Este arbusto mide hasta 2 m de altura, con tallos colgantes de color verde, cubiertos de espinas pequeñas, fuertes y curvas. Las hojas están compuestas de 5 a 7 foliolos dentados ovales.
Las flores, solitarias o agrupadas en corimbos, son de color rosa pálido o blancas, de 4 a 6 cm de diámetro, con cinco pétalos, y maduran en una fruta ovoide de color rojo intenso, de tipo cinorrodón, de un tamaño entre 1,5 y 2 cm, llamada escaramujo.
El fruto destaca por su alto contenido de vitamina C (aunque también contiene carotenoides y Vitamina P) y por ser usado para hacer mermelada y .
El agavanzo florece de mayo a julio y produce frutos al final del verano o a principios del otoño.

ROSA EGLANTERIA ( Rosa Mosqueta )

La rosa mosqueta es un arbusto que puede sobrepasar los 2 m de altura; sus tallos son delgados, flexibles y curvos, cubiertos de espinas de color violáceo. Las hojas son caducas, alternas, compuestas de 5 a 9 foliolos, de bordes serrados y lustrosas. Las flores muestran cinco pétalos libres, de color rosado o blanco-rosado y olor almizclado, en panojas espesas y terminales; los estambres son de un vivo color amarillo. La floración se produce una sola vez por temporada. Su fruto es un cinorrodón de forma ovoide y color rojo o naranja, con restos de sépalos espinosos en su extremo, de 1 a 3 cm de largo.
El aceite de rosa mosqueta se extrae de las semillas de esta especie de rosa realizando una presión en frío. Tiene un ligero color rojizo y un olor acre característicos de los aceites no refinados. Su contenido en ácidos grasos esenciales (AGE) poliinsaturados es muy elevado, con un 80%, de los cuales: 41% ácido linoleico, 39% ácido linolénico, y 16% ácido oleico. Los AGE son nutrientes muy importantes en muchos procesos fisiológicos y bioquímicos del cuerpo humano, relacionados con la regeneración de los tejidos y el crecimiento celular. Tienen además una función estructural, formando parte de los fosfolípidos de las membranas celulares de los tejidos del organismo, y son los precursores de las prostaglandinas y leucotrienos, a partir de la síntesis del ácido araquidónico.
Numerosos estudios científicos, el más reciente realizado en la Facultad y Farmacología de la Universidad de Concepción en Chile, han demostrado la poderosa capacidad cicatrizante del aceite puro de rosa mosqueta, especialmente en los campos de suturas, post-operatorios y quemaduras [cita requerida]. Esto se debe no sólo a su capacidad regenerante, activando los fibroblastos que darán lugar a la síntesis del colágeno y la elastina dérmica, sino a su potentísimo carácter astringente, uniendo los bordes rotos de la epidermis para facilitar la cicatrización natural.[1]
La rosa mosqueta se cultiva tradicionalmente como ornamental; es resistente y tolera niveles de alcalinidad elevados en comparación con otras especies similares. No requiere suelo fértil ni buen drenaje, y es tolerante a la sequía y a numerosas enfermedades. Por su vigor, se la emplea a veces como radical para injertar otras especies. En las zonas de Argentina y Chile donde se ha naturalizado prospera tanto que algunos agricultores la consideran una maleza, pues ocupa terrenos aptos para el pastoreo. Sin embargo, la venta de sus frutos y flores o de sus subproductos también significa una fuente de ingresos para muchas familias.
Los frutos de la rosa mosqueta se emplean en gastronomía; se preparan en conserva o mermeladas, y se emplean en infusiones y licores. Son ligeramente astringentes y ácidos, y contienen carotenoides, flavonoides y un aceite esencial fragante. Son ricos en vitamina C y se consideran potenciadores del sistema inmunitario del organismo [cita requerida].
Estudios realizados en la Universidad de Concepción en Chile indican que dicho aceite contiene unos niveles elevados de ácidos grasos esenciales poliinsaturados (EFAs), linoleico y linolénico, los cuales son en parte responsables de la beneficiosa acción del aceite de rosa mosqueta en la regeneración de la piel [cita requerida]. La envoltura carnosa de sus semillas tiene un alto contenido de vitamina C.
El aceite se emplea en cosméticos, aduciendo que:
  • regenera y nutre la piel, eliminando arrugas no muy profundas, y reduce cicatrices o marcas de cualquier etiología;
  • redistribuye la pigmentación, lo que posibilita la eliminación de manchas;
  • realiza acciones preventivas y correctivas del fotoenvejecimiento y de los problemas cutáneos debidos a sobreexposición a las radiaciones solares, mediante la autogeneración de melanina;
  • además de sus efectos en las capas externas de la piel, también revitaliza las células de las capas interiores, revigorizando el fibroblasto (células que producen colágeno y elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel).
Por lo tanto se ha venido considerando como uno de los más potentes productos antienvejecimiento de la naturaleza, así como de prevención de afecciones dérmicas relacionadas con desequilibrios de la melanina. Recientemente se ha generalizado el uso del aceite puro de rosa mosqueta como ingrediente de la mayoría de productos de cosmética natural y sintética.[2]
Para casos más severos de cicatrices, estrías, arrugas de expresión y manchas solares, se recomienda el uso continuado de aceite puro de rosa mosqueta en la zona a tratar cada pocas horas hasta revertirlos. No se debe utilizar con carácter preventivo de estos casos. Al ser un aceite vehicular, se recomienda su uso estrictamente en la dermis, nunca en mucosas (genitales, cavidad bucal, etc.), ojos o uso interno en el organismo.[3]
Por su cantidad de lípidos y su carácter astringente, no se debe utilizar en piel grasa o con tendencia a grasa.[1]

                                                                                                                                 Pilar Ruiz.